EL LARGO INVIERNO DEL DONBÁS

EL LARGO INVIERNO DEL DONBÁS

Cuando los titulares de todo el mundo anunciaron en 2022 la guerra de Rusia contra Ucrania, lo cierto es que las bombas ya llevaban cayendo 8 años en la región del Donbás. Aunque la entrada directa de tropas rusas ordenada por Putin en febrero de 2022 fue una escalada importante en el conflicto, lo cierto es que la guerra llevaba ya unos cuantos años desarrollándose. Y no era una guerra entre 2 países, era una guerra entre dos bloques, entre dos mundos.

A los que llevamos años viendo cómo los medios suelen tratar a los manifestantes en este país, nos empezó a oler a chamusquina que muchos medios, incluídos los de derechas, empezaran a apoyar a los manifestantes del Euromaidán allá por finales 2013. Cuando manifestantes violentos son tratados como “freedom fighters” por los medios, algo pasa. Y, efectivamente, pasaba que “occidente” (EEUU-OTAN a la cabeza) tenía muchos intereses en provocar un cambio de gobierno en Ucrania que mirase más para Europa y menos para Rusia. Y lo consiguieron; las violentas protestas de la Plaza del Maidán de Kiev, encabezadas por diversos grupos de extrema derecha como Pravy Sektor o Svoboda, acabaron por expulsar a Yanukovich del país. Sin embargo, las regiones del este del país, el Donbás, más ligadas históricamente a su vecino (y hasta hace poco, hermano, ruso) decidieron no participar de ese cambio de gobierno saliendo a las calles en una serie de protestas que desembocaron en la ofensiva de Ucrania contra sus propias provincias “separatistas” en la denominada Operación Anti Terrorista (ATO).

Un conflicto que en unos meses ya había matado a más de 10.000 personas y había sumergido a las regiones del este en una situación humanitaria catastrófica. Regiones bloqueadas por su propio gobierno, que tenían que enfrentar el invierno con cortes de luz y de gas y donde se empezaban a registrar incluso muertes por inanición. Y ahí fue cuando decidí ir a ver con mis propios ojos qué estaba pasando a las puertas de Europa (con el beneplácito de la OTAN y los líderes occidentales). Y lo que vi fue una población civil duramente castigada y atrapada en un tablero de juego en el que había muchos intereses y del que nadie sabía cuándo iba a acabar la partida. De mi primer viaje han pasado ya 11 años y las bombas, siguen cayendo en el Donbás.
Seguidamente, podéis ver alguna de las imágenes que capté:

Una dona treu el cap per la porta d’una tenda. Tots els negocis es troben folrats amb metalls o fustes per intentar salvar les finestres dels bombardejos. Al cartell, hi diu: ‘’Estam treballant’’.
Una dona treu el cap per la porta d’una tenda. Tots els negocis es troben folrats amb metalls o fustes per intentar salvar les finestres dels bombardejos. Al cartell, hi diu: ‘’Estam treballant’’.
Veïns de Spartak, al front de Donetsk, conviuen a diari amb els bombardejos de l’Exèrcit ucraïnès. A la imatge, restes d’un míssil ‘’Huragan’’.


Vecinos de Spartak, en el frente de Donetsk, conviven a diario con los bombardeos del ejército ucraniano. En la imagen, los restos de un misil “Huragán”
Un milicià prorús caminà pel barri Kivsky (Donetsk).
Miliciano prorruso caminando por el barrio Kivsky de Donetsk.
La mineria del carbó és un dels motors econòmics del Donbàs. Per això, les mines són uns dels objectius de l’artilleria ucraïnesa.
La minería de carbón es uno de los motores económicos del Donbás. Por eso, las minas son uno de los objetivos de la artillería ucraniana.
Un home fuma a l’entrada d’un refugi antiaeri (2014). Quan vaig tornar l’any 2017, encara vivia al mateix refugi subterrani.
Un hombre fuma a la entrada de un refugio antiaéreo (2014). Cuando volví en 2017, seguía viviendo en el mismo refugio subterráneo.
Dos pacients d’un centre psiquiàtric de Donetsk miren per la finestra. Com que el govern ucraïnès va tallar el pagament de sous i pensions, així com els subministraments a les regions de l’est, els metges i els infermers treballen voluntàriament per mantenir aquests centres.
Dos pacientes de un centro psiquiátrico de Donetsk miran por la ventana. Como el gobierno ucraniano cortó el pago de sueldos y pensiones, así como los suministros a las regiones del este, los médicos y enfermeros trabajaban voluntariamente para mantener centros como este.
Miners arreglen les vies d’una mina destruïda pels bombardejos de l’exèrcit ucraïnès.
Mineros arreglan las vías de una mina destruida por los bombardeos del ejército ucraniano.
Milers de civils viuen sota terra per refugiar-se de les bombes, o perquè han perdut casa seva.
Miles de civiles viven bajo tierra para refugiarse de las bombas o porque han perdido sus casas.
Una dona passa per davant d’un dels blocs d’habitatge bombardejats a la ciutat de Pervomaisk, a la regió de Lugansk.
Una mujer camina frente a unos bloques de viviendas bombardeados en la ciudad de Pervomaisk, región de Lugansk.
Als inicis del conflicte hi havia molts voluntaris a unitats militars independents. Aquí veim un milicià cosac a una trinxera de Lugansk.
En los inicios del conflicto había muchos voluntarios en unidades militares independientes. Aquí vemos a un miliciano kosako en una trinchera de Lugansk.
Una dona espera que acabin els bombardejos per poder sortir del seu refugi sota terra. Molts dels refugis foren construïts durant la Guerra Freda i ningú pensava que hi haurien de tornar.
Una mujer espera a que terminen los bombardeos para poder salir de su refugio bajo tierra. Refugios construidos muchos durante la Guerra Fría y que nadie esparaba tener que utilizar.
Dos voluntaris internacionalistes que han acudit al Donbàs per lluitar contra el feixisme. A l’esquerra, Alexis (Espanya/Colòmbia); a la dreta, Texas (EUA). Ambdós morts durant la guerra.
Dos voluntarios internacionalistas que han acudido al Donbás para luchar contra el fascismo. A la izquierda Alexis (España/Colombia), a la derecha Texas (EEUU). Ambos han fallecido durante la guerra.
Presoners ucraïnesos a l’aeroport de Donetsk, escenari d’una de les batalles més cruentes de tota la guerra.
Prisioneros ucranianos en el aeropuerto de Donetsk, escenario de una de las batallas más cruentas de toda la guerra.
Un infant juga amb el seu conill d’Índies al refugi subterrani que li fa de casa.
Un niño juega con su cobaya en el refugio subterráneo en el que vive.
Restes de l’aeroport de Donetsk, que pocs anys abans havia estat reformat i era dels més moderns de la regió.
Restos del aeropuerto de Donetsk que pocos años antes había sido reformado y era de los más modernos de la región.
Un soldat del batalló Sparta fuma entre les ruïnes de l’aeroport de Donetsk.
Soldado del batallón Sparta fuma entre las ruinas del aeropuerto de Donetsk.
Un home ens mostra les restes de casa seva després d’un bombardeig de l’exèrcit ucraïnès.
Un home ens mostra les restes de casa seva després d’un bombardeig de l’exèrcit ucraïnès.
Una de les notes que militants d’extrema dreta han deixat a les cases dels civils de Donetsk: ‘’Morireu com animals a un camp de concentració. Batalló Azov’’.
Un hombre nos enseñas los restos de su casa tras ser bombardeada por el ejército ucraniano.1

Para terminar, aquí tenéis un enlace al reportaje que hice para TeleSur titulado “Invierno en el Donbass”

MIKEL OIBAR
Fotoperiodista

Notes:

  1. El Batallón Azov es una unidad militar neonazi con más de 2.000 miembros venidos de más de 22 países, fundada en el año 2014. El mismo año ingresó en la Guardia Nacional de Ucrania, parte del ejército regular. Ha recibido demandas internaciones por supremacismo blanco, tortura y crímenes de guerra, así como enaltecimiento de simbología fascista. ↩︎