El espíritu de los hombres íntegros recorre África

El espíritu de los hombres íntegros recorre África

Hasta no hace mucho tiempo hubo un país del Sahel africano al cuál los colonialistas franceses llamaron Alto Volta, país que teóricamente alcanzó su independencia en 1960. Decimos teóricamente ya que fruto de las políticas imperialistas, al igual que en la mayoría de los países africanos, sus gobiernos eran corrompidos mediante juntas militares corruptas para continuar el expolio de recursos naturales al servicio del colonialismo francés. No obstante, en esa tierra la voluntad de unos hombres íntegros cambió el rumbo de su historia gracias a su nuevo presidente Thomas Sankara. En 1983 Thomas Sankara, nacido en el seno de una familia humilde de la etnia simil-mossi, una de las más pobres de su tierra, tuvo muy presentes sus raíces a la hora de tomar decisiones como primer ministro del país, al cual cambió el nombre al poco tiempo de ser presidente, pasando a llamarse Burkina Faso (patria de los hombres íntegros). Inició un gobierno revolucionario de tan solo 4 años pero que sigue perdurando en la memoria y dignidad de todo el continente africano.

Cuando Thomas Sankara llegó a la presidencia el 90% del país era analfabeto y en tan solo 4 años su gobierno alfabetizó a la tercera parte del país, terminó con los injustos tributos étnicos, vacunó en tan solo un año a 2,5 millones de niños contra la meningitis, la fiebre amarilla y el sarampión. Impulsó la autosuficiencia alimentaria del que era uno de los países más pobres de todo el continente. Lo hizo expulsando a las empresas extranjeras que saqueaban al país, nacionalizando las tierras y los recursos naturales. Tenía muy claro que sobraban pozos para sacar petróleo a más de 3 mil metros de profundidad mientras al pueblo le faltaban pozos de agua de tan solo 100 metros bajo tierra. Dotaron al país de un sistema nacional de carreteras y ferrocarriles, se facilitó semillas y recursos a los campesinos con una reforma agraria que conquistó tal autosuficiencia alimentaria que capacitó a Burkina Faso para incluso exportar cereales. También tuvo gran consciencia con el medio ambiente, su gobierno defendió que los bosques eran parte fundamental de la lucha popular y democrática contra el imperialismo, por ello llevaron un vasto programa contra la deforestación y desertificación plantando miles de árboles, controlando el acceso de los pastos del ganado y luchando contra la costumbre tradicional de quema de la sabana. Fue un firme defensor de la igualdad y el derecho de las mujeres de su pueblo, prohibió la mutilación a las mujeres, la poligamia y los matrimonios forzados. Instó a las mujeres a los cargos públicos para garantizar esas leyes contando con varias ministras en el gobierno. Fomentó ayudas para que se formaran profesionalmente e incluso decretó «un día del marido», que consistía en que los hombres realizaran una vez a la semana todas las labores domésticas para que adquirieran consciencia de lo duro que era mantener un hogar.

Oigo el estruendo de este silencio de las mujeres, presiento el fragor de su borrasca, siento la furia de su rebelión. Tengo esperanza en la irrupción fecunda de la revolución, a la que ellas aportarán la fuerza y la rigurosa justicia salidas de sus entrañas de oprimidas. Compañeras, adelante por la conquista del futuro. El futuro es revolucionario. El futuro pertenece a los que luchan.

Thomas Sankara denunció hasta el último de sus días que la pobreza de África era la herencia del colonialismo e imperialismo francés y que la deuda de África con los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional eran una carga con la que debían romper. Rechazó toda «ayuda económica» extranjera al desarrollo para poder promover y conseguir una autentica independencia económica. Uno de sus lemas más conocidos era Produzcamos en África, fabriquemos en África y consumamos en África, en lugar de importarlo»; se tomaron tan enserio esa consigna que llegaron incluso a fabricar nacionalmente sus propios textiles aumentando la producción de algodón. Reconocía un orgulloso Sankara que no era modelo pero que en sus ropas no corría ni un solo hilo europeo o norteamericano. Míticos son sus discursos; recomendamos encarecidamente la lectura de su discurso en la ONU (1982), todo un reflejo de compromiso revolucionario y solidaridad internacionalista:

Por fin, quiero indignarme y pensar en los palestinos, que una humanidad inhumana escogió sustituir por otro pueblo, ayer todavía martirizado. Pienso en este pueblo valiente y palestino, es decir en estas familias atomizadas que vagan por todas partes en busca de un asilo. Valientes, determinados, estoicos e infatigables, los palestinos recuerdan a cada conciencia humana la necesidad y la obligación moral de que se respeten los derechos de pueblo: con sus hermanos judíos, son antisionistas.

Fue tan determinado con sus ideales que en el congreso de la Unión Africana de 1987 ya advertía al resto de países que si Burkina Faso era el único país que se oponía a la deuda él sería asesinado. Sankara tampoco dudo en enfrentarse públicamente en 1986 en una cena diplomática en la capital Uadagugú al presidente François Mitterrand y el primer ministro francés Jacques Chirac. La discusión se produjo por la injerencia de Francia en los conflictos armados africanos, así como por la posición de Sankara de solicitar ante la ONU la descolonización francesa de Nueva Caledonia. Se sumó el hecho de una invitación de los mandatarios franceses a la cena a un destacado líder sudafricano del apartheid, como Pieter Willem Botha. Tan proféticas fueron sus palabras en su último congreso de la Unión Africana, como las amenazas de los mandatarios franceses advirtiendo de que no iba por el camino correcto, que lo asesinaron junto a 12 funcionarios del país en 1987. Lo único material que dejo fueron 3 bicicletas, un legendario Renault 5, una hipoteca, una madre trabajadora que no dejó su puesto en el mercado y una dignidad ejemplar que vivirá para siempre.

 “Aunque los revolucionarios, como los individuos, puedan ser asesinados, nunca se podrá matar sus ideas Thomas Sankara

Fue un golpe de estado ejecutado por mercenarios, orquestado por su «compañero de armas» Blaise Compaoré quien ascendió al poder y casualmente dedico los siguientes años a deshacer todas las medidas revolucionarias de Sankara. Se restituyeron todos y cada uno de los vínculos con el imperialismo francés, se retrocedieron todas las libertades y medidas sociales del país que alcanzaron cotas de pobreza y corrupción nunca vistas. Hace menos de una década se produjeron protestas por todo el país contra la corrupción y el terrorismo yihadista financiado por Occidente, que se extendió por todo el continente desde Libia, azotando duramente a Burkina Faso en 2015. A raíz de las protestas populares con gran influencia del recuerdo de Sankara entre las masas, el traidor de Compaoré tuvo que huir y exiliarse en Costa de Marfil donde supuestamente aún reside. En 2021 se inició un juicio para esclarecer lo sucedido en torno a la muerte de Thomas Sankara, durante el juicio en 2022 aunque se interrumpió por dos días por el golpe de estado de Paul-Henri Damiba finalizó en abril de 2024 condenando a cadena Perpetua al fugitivo Blaise Compaoré. No obstante, el juicio dejó aún muchas dudas en el aire, Emmanuel Macron prometió en 2017 al juez Yameógo desclasificar información secreta de aquellos años, aunque jamás cumplió su promesa. También sabemos por testimonios anónimos de los miembros del servicio secreto burkinés que se eliminaron conversaciones telefónicas de Compaoré. Por otro lado, gracias al trabajo del historiador americano Brian conocemos con exactitud los testimonios de la CIA que confirman reuniones de la oposición burkinesa con la Liga Anticomunista Mundial (siglas en inglés: WACL), organizados para derrocar a Burkina Faso desde Costa de Marfil, bastión histórico de lo que se conoce colonialmente como “FranceAfrique”

En la actualidad los países del Sahel están sufriendo grandes transformaciones que no podemos obviar en este artículo debido al carácter anticolonial de sus gobiernos. Primero en Mali se produjeron cambios en 2021, donde se levantaron los militares con gran apoyo popular para denunciar irregularidades electorales, corrupción e inacción gubernamental contra la inseguridad por culpa del terrorismo yihadista. Transcurrió así la situación pese a contar en la región con supuesta colaboración militar francesa para combatirlos. Resultado de esas revueltas populares una junta militar tomó el poder con un gobierno de transición con Assimi Goïta al frente. Así en 2022 se rompieron definitivamente todos los lazos con Francia, expulsando primero a todas las ONGs francesas, al ejército francés y luego su embajador. El pasado 2023 sufrieron un intento de golpe de Estado mediante mercenarios yihadistas y desde Mali aseguraron tener pruebas de que han sido armados y promovidos por Francia para seguir desestabilizando la región, tejiendo así excusas para operar en el territorio. Estos vínculos pueden ser perfectamente ciertos teniendo en cuenta que está probado que el ministro de exteriores francés Laurent Fabius, en plena guerra de Siria en 2012, aseguró alegremente que los chicos de “AL NUSRA”(facción de AlQaeda en Siria) están realizando un gran trabajo. Además, está probado en juicio que la empresa francesa de construcción de Lafarge armó mediante la inteligencia francesa a los yihadistas en Siria para derrocar al gobierno de Bashar Al Assad. Vemos como los tentáculos del imperialismo no tienen frontera ni ningún escrúpulo a la hora de mantener sus fines políticos y económicos. En ese mismo contexto, en Burkina Faso también se dieron recientemente grandes cambios con un joven militar de 35 años, Ibrahim Traoré, al frente del nuevo gobierno del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración. Traoré, que se popularizó en su carrera militar por su tenacidad anti yihadista fue protagonista al destituir al jefe de la junta militar, Paul-Henri Damiba, al que se acusó de dudosa lealtad con el país y tibieza contra el terrorismo yihadista auspiciado por Occidente. Por otro lado, hay constancia de que Traoré ha ordenado la expropiación de más de 200kg de oro a una minería francesa por motivos de emergencia nacional. Por lo consiguiente en Burkina Faso se están promoviendo planes de soberanía alimentaria como la producción nacional del arroz, asegurando Traoré que el país que desee importar 10 mil millones de arroz debería invertir dos mil millones en puestos de trabajo. Parece así seguir algunos de los pasos de Sankara recuperando a la práctica la consigna de “quien te alimenta te controla”. También se ha mostrado muy crítico en sus discursos públicos citando recurrentemente la responsabilidad del imperialismo occidental en los problemas actuales de África. El último país de la región en plantar cara al colonialismo francés fue Níger; ya sacudida por fuertes protestas anticoloniales en la última década, derrocó el pasado año al gobierno títere de Mohamed Bazoum mediante otra junta militar encabezada por Abdourahamane Tchiani. Bazoum fue arrestado por repetidos escándalos de fraude electoral, corrupción y alta traición por sus continuas concesiones coloniales a Francia. Tal es el papel de siervo de Bazoum que fue condecorado como gran oficial de la legión de honor francesa.

A todo esto, ¿en qué situación se encontraba Níger antes del golpe de estado? Hablamos de un país altamente rico en recursos naturales que tiene cifras de más del 60% de analfabetismo y del 42% del país en pobreza extrema. Posee una de las tasas de mortandad infantil de las más altas del mundo y una esperanza de vida de tan solo 60 años. Níger, donde no llega la electricidad ni al 10% de su población con un país sufriendo la desertificación. Todo mientras el acceso al agua está en un 85% de manos privadas de las cuales solo el 51% es propiedad de empresas francesas que contaminan constantemente los acuíferos con la precaria extracción de uranio. Níger, un país donde quedan las empresas francesas, la moneda francesa, la exportación y saqueo sistemático de todos sus recursos por los antiguos tratados coloniales. Es tan aberrante e insultante la explotación imperialista francesa, que se resume de forma aplastante con los 0’80 céntimos que pagan por kilo de uranio nigerino frente a los más de 230 € que se paga en el mercado internacional. Cabe destacar aún que más del 70% de la energía francesa se produce de forma nuclear y curiosamente importan hasta un 70% de uranio de Níger. Precisamente por estos datos tan escandalosos sufren la reacción rabiosa y furibunda de Estados Unidos, Francia y la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), que han implementado sanciones económicas de todo tipo a Israel… perdón, ¡evidentemente quería decir a Níger! Han llegado incluso a serias y muy graves amenazas de una intervención militar inminente si no se restituía el gobierno títere de Bazoum. Sorprendentemente en Gabón, donde se ha producido un golpe a favor de los intereses occidentales, no han hecho ninguna declaración sonora.

Debido a esas amenazas y a la hermandad panafricana por la dignidad del Sahel, Burkina Faso y Mali acudieron rápidamente a reforzar la defensa y seguridad de Níger firmando acuerdos de cooperación militar y antiterrorista frente a cualquier amenaza exterior. Actualmente han firmado la Alianza de Estados del Sahel, un plan de federación tri-estatal que es una gran noticia para el panafricanismo y el antiimperialismo. Los resultados de estas alianzas han sido prácticamente inmediatos. En Mali han recuperado de las manos del Estado Islámico del Sahel una de sus capitales, Kidal, demostrando con hechos la ineficacia francesa e internacional contra el terrorismo. En Burkina Faso se ha abierto la primera planta de reciclaje de residuos mineros de todo el Sahel, que les permitirá proseguir sus actividades económicas de forma más técnica y sostenible. En Níger, que según el propio FMI y el Banco Mundial es la cuarta economía del mundo que más crecimiento va a experimentar este año, actualmente venden el kilo de uranio al precio internacional. Ante tales éxitos es de vital importancia recordar la problemática del aislamiento político y económico qué sufrió Thomas Sankara, subrayamos pues la gran noticia de esta Alianza de estados del Sahel.

Entonces, puede que este articulo levante algunas ampollas entre los ultraizquierdistas con mentalidad paternalista y colonial, que repetirán una y otra vez que estos países simplemente abandonan una órbita de explotación norteamericana y europea por una rusa y china. Lo dicen muchos con la comodidad total desde su salón, con el estómago totalmente lleno, medicamentos en un cajón y el aire acondicionado al máximo. Desconocen por completo lo que es el sufrimiento de los pueblos que se someten a la división internacional del trabajo. División obrera para que se les pueda criticar fácilmente por encima del hombro con su móvil de última generación fabricado probablemente con una batería de cobalto extraído por algún niño africano metido en un agujero. Si bien es cierto que estas transformaciones sociales del Sahel no son en clave socialista, podemos sacar conclusiones tan obvias como que las abusivas condiciones económicas de los préstamos del FMI y Banco Mundial arrastran a los países africanos a la deuda, ruina y esclavitud más absoluta. Mientras que, por el contrario, esos países ven en las cooperaciones económicas con China y Rusia y los conocidos “BRICS” una posibilidad más justa al desarrollo conocida en África como “gagnant-gagnant” (todos ganamos). Como resultado ven prosperar a sus países que rompen con la dependencia occidental, recuperando su soberanía popular amenazando con ello los privilegios de las potencias capitalistas más poderosas del mundo. Además, debemos ser conscientes del momento histórico en el que vivimos, los comunistas seguimos en la actualidad huérfanos de referentes revolucionarios. El polo socialista de la URSS no va a volver y ni mucho menos va a resucitar con los BRICS, aunque estos últimos permiten agudizar las contradicciones imperialistas ya sea en el Sahel como en Yemen, Líbano o Palestina. Veremos agrietarse cada vez más esas cadenas del imperialismo que esperemos dejen entrever pronto sus eslabones más débiles para poder destruirlas para siempre. Cómo aquella gloriosa victoria de Argelia que hoy resurge con orgullo en el Sahel, ya nos lo dijo Marx que un fantasma viajaba por Europa y hoy por hoy un espíritu de los hombres dignos recorrerá África y, pronto, el mundo entero.

Frederic Guillem


Artículo escrito en febrero de 2024. Des de entonces debemos señalar acontecimientos importantes como que Burkina Faso, Níger i Mali son los únicos países de África Occidental que han reducido la deuda externa y han creado la confederación internacionalista »AES» (Alianza de Estados del Sahel), regida por una moneda propia y organizada con un sistema asambleario y legislativo popular similar a los soviets. Entre algunos de sus éxitos, Mali ha creado un fondo nacional de datos biométricos y nuevos pasaportes de la AES. Además, ha ganado aún más terreno al terrorismo. Níger ha nacionalizado el agua y el uranio y ha expulsado a todas las tropas estadounidenses y extranjeras. Burkina Faso ha nacionalizado minas, creando la primera reserva de oro de toda su historia, una empresa nacional de ferrocarril y la primera fábrica alimentaria 100% nacional con capacidad d’exportar a países vecinos. Ha sufrido un intento de golpe de Estado orquestado por familiares del traidor Campaore, y ha nombrado ministro a Kyélem de Tambela, mítico camarada de Thomas Sankara, cambiando el lema nacional del país: »La patrie ou la mort».

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